la cápsula del Apolo 11 es recogida en el Pacífico por marines del portaaviones Hornett de USA.

En las soluciones también tenemos que tener en cuenta que hay viajes de vuelta y que no solo vale con encontrar la solución a los problemas sin pensar en las repercusiones posteriores, es decir, los «viajes de vuelta», que siempre han de ser tenidos en cuenta para contar con el éxito de una solución.

El viaje del Apolo 11 fue un éxito cuando pudieron regresar los astronautas y ser rescatados de la cápsula sanos y salvos en pleno Pacífico. Si la misión se hubiera desviado en la última etapa, en la de regreso la vida de los astronautas hubiera estado en peligro y por tanto el éxito real de la misión.

A partir de tener a los astronautas en tierra fueron todo conferencias y elogios para ellos por la hazaña realizada. Para el mundo el asombro de tal viaje era tan grande como el deseo de conocer a aquellos héroes que habían podido realizar el sueño de tantos hombres a lo largo de la historia.

Es por esto que es muy importante tener en cuenta que al buscar soluciones tenemos que contemplar muy bien «los viajes de vuelta» que implican cada una de las soluciones que planteamos. De esta manera se podrá hablar de éxito. En caso contrario tendríamos que hablar de éxito a medias. Como les hubiera pasado a los astronautas del Apolo 11 si no hubieran podido regresar.

Por ejemplo, hay veces que podemos considerar que la principal labor es hacer ver a otra persona que está obrando mal y para ello recurrir a cualquier método entre ellos el miedo, pero estamos pagando un precio muy alto para convivir con ella en el «viaje de vuelta». Sí, hemos conseguido resolver el problema de ese instante, pero hemos conseguido también plantear otro, el del miedo.

Por eso hay que tener en cuenta «los viajes de regreso» para escoger la mejor solución y no plantear otros problemas, quizá más graves.

la motivación es la zanahoria que queremos comer

la motivación nos hace querer conseguir el premio

En el año 1969 la motivación de los Estados Unidos por llegar a la luna era la de ser ellos los primeros. Igual que la de los rusos. Se trataba de un motivación externa, circunstancial. El hecho en sí era demostrar al otro que ellos eran mejores y por conclusión, y como propaganda, su sistema político.

A veces pensamos que la motivación tiene que ser algo interior, algún valor ético que nos mueva, pero en la vida esto no es así. La motivación viene de muchos factores externos y también internos, pero quizá los externos sean los más numerosos. A esto lo llamamos las modas. Y el hombre, como ser socializado, considera mucho las razones sociales para no ser criticado y ser aceptado por el grupo.

El hecho es que el hacer cosas es producido por la motivación. Y esta puede ser producida por muchos factores (ej.: valores, circunstancias, personajes, venganzas, iras, envidias, etc.).

Así nuestra competencia puede ser nuestra motivación y el hecho de dar lo mejor o lo peor de nosotros puede influir y motivar a los que nos conocen, a los que nos rodean, a los que nos ven y nos escuchan.

Seguramente la motivación de EE.UU y la URSS no era la mejor, pero sí fue la que les presionó para dar lo mejor. No obstante, si la motivación final hubiera sido hacer de este planeta un mundo mejor, seguro que la motivación de unirse en una misión los mejores científicos de las dos potencias del momento buscando el bien común, hubiera hecho que ambos países, y por extensión todo el planeta, hubieran salido ganando. Pero la motivación es lo que tiene, que está abierta a cualquier corriente tanto positiva como negativa.

Pues bien, nosotros también podemos buscar soluciones y resolver problemas, pero para ello primero mejor buscar nuestras motivaciones y reconocerlas. Quizá nos llenen en un primer momento, pero si son buenas motivaciones nos servirán para siempre, y si no son buenas, sino malas, nos servirán para el momento y nos dejarán una vida peor.

 

pisada del primer hombre en la luna

el objetivo se había cumplido. El hombre llegó a la luna

Todos tenemos en la memoria la pisada de la bota de astronauta en la luna. El mensaje era claro el hombre, y por extensión la humanidad , llegó a la luna, paseó y dejó su huella.

Efectivamente una vez posado el LEM, el módula lunar , le tocó el turno a los astronautas del Apolo 11. Ese momento fue grabado y emitido para que todo el mundo a través de la televisión pudiera ser testigo del histórico acontecimiento.

Una misión compleja y arriesgada que tuvo de todo, incluidos problemas de última hora,  y que por tener no le faltó ni el discurso en el que se asumía el fracaso de la misión Curioso, ¿verdad?

Pues bien, también nosotros en nuestro viaje vital, tenemos que pasar por momentos difíciles en nuestra vida que nos dejan huella y que dejamos huella. Circunstancias que nos hacen tambalearnos, dudar de nuestra victoria, lidiar con verdaderas «tempestades» en entornos muy difíciles.

En la historia hay testimonios de verdaderos ídolos, héroes que vencieron a las «tempestades», ejemplos que pese a las adversidades lograron cumplir sus objetivos por muy difíciles y fantasiosos que pareciesen en su momento.

Uno de esos testimonios, es el del premio nobel Mario Capecchi. Leer el resto de esta entrada »

momento en la maniobra de alunizaje del Eagle

A pesar de tenerlo todo muy planificado, las dificultades surgen como en la maniobra de alunizaje del Eagle en la misión del Apolo 11

«Houston…aquí base Tranquilidad, el Águila ha alunizado» 

Hace 50 años, el domingo 20 de julio de 1969, se recogió esta frase proveniente del Eagle en el centro de control de la NASA en Houston, que indicaba que la misión Apolo 11 había conseguido el objetivo de llevar al hombre a la luna. ¡Eureka! Se había logrado. Una hazaña histórica. Un momento transcendental.

Una misión que fue planeada con años de antelación y que en 1962 ya el presidente de EE.UU., Robert Kennedy auguró.

Sí fue una misión premeditada, estudiada por científicos de renombre y que a pesar de tener todas las garantías, no le faltaron «los imprevisibles problemas».

El paralelismo surge rápidamente con nuestra devenir. Si ellos que dedicaron tantas horas, dinero y esfuerzo no pudieron librarse de los problemas, ¿cómo nos vamos a librar nosotros de ellos? Para ello tenemos que estar muy bien preparados y no dejarnos llevar por el pánico, por el sentimiento de frustración, por la negatividad. Somos nosotros y no otros los que tenemos que realizar el esfuerzo de solucionar el problema  en el que nos encontremos y si nos dejamos distraer por pensamientos erróneos no lo lograremos y habremos perdido el tiempo. Y tiempo es uno de los factores que se necesitan para solucionar algo. Dedicar el tiempo y pensar en solucionar, no pensar en «no puedo».

Así le pasó a la tripulación del módulo Eagle en la misión del Apolo 11 a la hora de alunizar. Según la información recogida en el artículo de wikipedia(1) el ordenador del  LEM (módulo lunar) que les tenía que llevar al lugar exacto de alunizaje les estaba llevando hacia un cráter peligros. En ese momento se presenta «el problema imprevisible» y el comandante Neil Armstrong tiene que rápidamente pensar qué solución se puede dar. Es en ese momento cuando introduce otro programa en el ordenador que le permite tomar el mando y buscar el lugar más adecuado, sabiendo que el combustible es limitado. Al final se escogió una zona, que no era la más óptima pero que fue la mejor de todas las opciones disponibles, puesto que solo le quedaron 30 segundos de combustible.

Al final en un problema imprevisto hay que escoger de entre las posibles soluciones no la perfecta, sino la mejor.

Lógicamente en la vida las cosas no suceden como uno quiere, a pesar de haber realizado todo lo que se puede realizar para que el objetivo se alcance. Y no tenemos que dejarnos llevar por el enojo, la ira, la exasperación o el desaliento, sino solucionarlo. Si se intenta, puede ser que no se consiga; pero seguro que si no se intenta y se dedica uno a echar la culpa a los demás o las circunstancias, jamás se logrará.

Y es que a veces los problemas sacan de nosotros lo peor, cuando deben de estar para sacar lo mejor, nuestra valía.

Por eso los grandes problemas que viven las personas y que solucionan son un gran paso para la humanidad. Pero eso lo veremos en la próxima entrada, cuando pisemos la luna.

 

 

Referencias:

  1. Entrada basada en lla información del artículo de wikipedia: Apolo 11. https://es.wikipedia.org/wiki/Apolo_11#«El_Águila_ha_alunizado». (en wikipedia 20/07/2019).
  2. para el segundo párrafo: infografía del viaje a la luna realizada por el correo:  (en el correo.com 20/07/2019).
las indicaciones para coger atajos

Los atajos cuando queremos saltar las reglas pueden llevarnos a consecuencias muy caras.

En cualquier dilema por muy duro o muy adverso que sea, las soluciones simples a veces no son las más fáciles, pero sin duda que hay que sopesarlas.

Sopesar es evaluar con sinceridad, sin engaños porque está en juego nuestro futuro, nuestro porvenir y aquí las cosas hay que encararlas con valentía y sinceridad.

Pero la solución simple, que no fácil es muy distinta a los atajos. Los atajos para buscar soluciones permiten que se de una solución. A la cual hemos llegado sin el esfuerzo requerido, de forma cómoda, saltándose ciertas reglas establecidas, la mayor parte morales. O a veces «jugando sucio«.

Pero por regla general estas soluciones siempre llevan su «letra pequeña», sus consecuencias. Y muchas veces, por no decir la mayoría, se paga mucho más que lo que se ha recibido., a cambio de solucionar un problema.

Conclusión los atajos para solucionar problemas nos pueden meter en peores problemas. Es mejor no tomarlos para que no nos salgan muy caros y saldremos ganando.

toro bravo miura

Toro de la ganadería Miura. Foto cortesía de Panarria. En entradas de wikipedia: «encaste» y «pelaje del toro de lidia»

Hoy ha sido el último día de los sanfermines. Y como corresponde, el encierro lo han protagonizado los famosos miuras. Toros con reconocimiento especial entre los entendidos del toreo por las dimensiones y bravura de sus ejemplares.

El encierro ha sido un ejemplo del peligro que es correr delante de los toros y en especial de unos miuras.

En este sentido aprovecho el acontecimiento de los sanfermines para realizar un paralelismo con el aspecto de los problemas en cuanto a su peligrosidad. En nuestra forma de vivir la vida, nos encontramos con graves problemas, con problemas «muy gordos» y con problemas menos graves e incluso amagos de problemas. La verdad es que la clasificación de los problemas es muy de sentido común y en esto casi todos los reconocemos sin hacer un estudio concienzudo. Aunque sí es cierto que siempre pensamos que nuestros problemas son los peores.

Como muy bien nos presenta en su blog Victoria Monera recogiendo los textos de Juan Manuel y Calderón de la Barca: sobre las quejas de pobres que habían sido ricos. Te aconsejo su lectura en el enlace y  ya de paso admirar su buen trabajo en su blog: https://www.victoriamonera.com/. Vas a enriquecer tu tiempo. Gracias Victoria. Leer el resto de esta entrada »

No siempre tenemos que saber de todo para poder resolverlo, pero sí podemos contar con la ayuda de un experto, de un profesional que nos permita solventar el problema que ha surgido.

Es muy importante para ello dirigirnos al que creemos que nos puede orientar mejor y resolver mejor nuestro caso. Esto no significa que tenga que ser el mejor en su especialidad, pero evidentemente el que sea el mejor le da muchas más oportunidades de lograr resolverlo de la mejor manera.

No obstante, como en todo, el término del mejor considerado en su terreno puede ser que no esté al alcance de nuestro bolsillo o circunstancias.

Y hay veces que un dictamen del mejor experto puede ser que no sea del todo el adecuado para nuestro caso. Aquí concurren diferentes aspectos y esto hace que puedan perturbar el éxito de un juicio profesional. Por eso no hay que agobiarse por no poder ir al mejor especialista. Un profesional no tan galardonado también nos puede sacar del apuro y sin cobrarnos tanto. Una ventaja tenía que tener.

Concluyendo: hay que asesorarse por profesionales y no solo por nuestro criterio y lo que encontremos por internet pues tiene más importancia el criterio profesional que el hallazgo realizado en internet que no tenga un respaldo profesional.

cada maestrillo tiene su librillo

Cada maestrillo tiene su librillo para solucionar y manejar los problemas a los que se enfrenta diariamente, gracias a su experiencia

Es una expresión popular que indica el polifacético mundo de las soluciones. Así es, la variedad está servida a la hora de encontrar soluciones a algo y en la variedad está el gusto.

Pero podemos decir que todas las soluciones responden a una misma pregunta, a un mismo problema.

El problema nos lleva a fijarnos en la solución. Pero … ¿y si nos fijamos en la pregunta?

La pregunta nos da los factores, nos enmarca la pregunta y nos permite saber qué es lo que se quiere conseguir.

Nos suena, ¿verdad? Efectivamente la intención. Por eso se dice que tal pregunta tiene una u otra intención.

Por tanto para encontrar soluciones podemos ir al librillo de cada uno o podemos fijarnos en la pregunta para encontrar muchas más cosas que una mera pregunta.

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Imagen gracias a https://pixabay.com/vectors/search/teacher/

A la hora de solucionar cualquier problema, acertar a la primera es bastante difícil, a no ser que la solución sea obvia. Pero cuando no hay una solución clara, el problema está para aprender, lo cual a veces no se comprende y saca de quicio. Pero el aprender a solucionar problemas lleva consigo el equivocarse muchas veces y en esas equivocaciones se aprende, se realizan los cambios y se sacan conclusiones.

El proceso de observar, pensar, actuar y corregir es muy rápido para que la persona sea más eficiente según va realizando los pasos para solucionar algo. Y una vez que se tiene más experiencia, los pasos se van corrigiendo de una forma un tanto más liviana, menos abrupta.

Pero al principio es algo complicado y hace que la persona tenga muchas dudas, piensa en la suerte, en los factores externos a él, en su contexto. Mientras que con la experiencia ya conseguida se asegura la confianza y la eficacia del proceso.

Mas nunca hay que estancarse, tanto al principio como al final y sobre todo en este último caso, se ha de investigar bajo el mono de la humildad para aceptar otras soluciones que puedan enriquecer.

Por tanto, como se dijo en otra entrada: ¡En marcha, acción, rodando! ¡Y si me equivoco aprendo! ¡Sin miedo! ¡Acción!

En el segundo día de sanfermines, se ha producido un hecho que me ha hecho reflexionar sobre uno de los aspectos más importantes a la hora de encontrar soluciones. El hecho que se ha producido ha sido antes de que se corriera el encierro, se daba la alarma o la advertencia del peligro de los toros de la ganadería que iban a correr.  Eran toros de la ganadería Cebada Gago, que tienen la cifra de 56 heridos por asta de toro a lo largo de todas sus participaciones en los encierros. Dicha etiqueta hacía que la carrera fuera señalada como de peligrosa por los medios de comunicación.

Este hecho me hacía pensar sobre los peligros que nos indican otros o que vemos nosotros a la hora de buscar soluciones y cómo estos peligros han de ser considerados y no ser despreciados porque nos van a permitir categorizar nuestras soluciones y encontrar no la perfecta, pero sí la mejor en ese escaso tiempo en que se nos pide que demos una solución, una acción que resuelva el problema que nos compete.