la cápsula del Apolo 11 es recogida en el Pacífico por marines del portaaviones Hornett de USA.

En las soluciones también tenemos que tener en cuenta que hay viajes de vuelta y que no solo vale con encontrar la solución a los problemas sin pensar en las repercusiones posteriores, es decir, los «viajes de vuelta», que siempre han de ser tenidos en cuenta para contar con el éxito de una solución.

El viaje del Apolo 11 fue un éxito cuando pudieron regresar los astronautas y ser rescatados de la cápsula sanos y salvos en pleno Pacífico. Si la misión se hubiera desviado en la última etapa, en la de regreso la vida de los astronautas hubiera estado en peligro y por tanto el éxito real de la misión.

A partir de tener a los astronautas en tierra fueron todo conferencias y elogios para ellos por la hazaña realizada. Para el mundo el asombro de tal viaje era tan grande como el deseo de conocer a aquellos héroes que habían podido realizar el sueño de tantos hombres a lo largo de la historia.

Es por esto que es muy importante tener en cuenta que al buscar soluciones tenemos que contemplar muy bien «los viajes de vuelta» que implican cada una de las soluciones que planteamos. De esta manera se podrá hablar de éxito. En caso contrario tendríamos que hablar de éxito a medias. Como les hubiera pasado a los astronautas del Apolo 11 si no hubieran podido regresar.

Por ejemplo, hay veces que podemos considerar que la principal labor es hacer ver a otra persona que está obrando mal y para ello recurrir a cualquier método entre ellos el miedo, pero estamos pagando un precio muy alto para convivir con ella en el «viaje de vuelta». Sí, hemos conseguido resolver el problema de ese instante, pero hemos conseguido también plantear otro, el del miedo.

Por eso hay que tener en cuenta «los viajes de regreso» para escoger la mejor solución y no plantear otros problemas, quizá más graves.