A pesar de tenerlo todo muy planificado, las dificultades surgen como en la maniobra de alunizaje del Eagle en la misión del Apolo 11
«Houston…aquí base Tranquilidad, el Águila ha alunizado»
Hace 50 años, el domingo 20 de julio de 1969, se recogió esta frase proveniente del Eagle en el centro de control de la NASA en Houston, que indicaba que la misión Apolo 11 había conseguido el objetivo de llevar al hombre a la luna. ¡Eureka! Se había logrado. Una hazaña histórica. Un momento transcendental.
Una misión que fue planeada con años de antelación y que en 1962 ya el presidente de EE.UU., Robert Kennedy auguró.
Sí fue una misión premeditada, estudiada por científicos de renombre y que a pesar de tener todas las garantías, no le faltaron «los imprevisibles problemas».
El paralelismo surge rápidamente con nuestra devenir. Si ellos que dedicaron tantas horas, dinero y esfuerzo no pudieron librarse de los problemas, ¿cómo nos vamos a librar nosotros de ellos? Para ello tenemos que estar muy bien preparados y no dejarnos llevar por el pánico, por el sentimiento de frustración, por la negatividad. Somos nosotros y no otros los que tenemos que realizar el esfuerzo de solucionar el problema en el que nos encontremos y si nos dejamos distraer por pensamientos erróneos no lo lograremos y habremos perdido el tiempo. Y tiempo es uno de los factores que se necesitan para solucionar algo. Dedicar el tiempo y pensar en solucionar, no pensar en «no puedo».
Así le pasó a la tripulación del módulo Eagle en la misión del Apolo 11 a la hora de alunizar. Según la información recogida en el artículo de wikipedia(1) el ordenador del LEM (módulo lunar) que les tenía que llevar al lugar exacto de alunizaje les estaba llevando hacia un cráter peligros. En ese momento se presenta «el problema imprevisible» y el comandante Neil Armstrong tiene que rápidamente pensar qué solución se puede dar. Es en ese momento cuando introduce otro programa en el ordenador que le permite tomar el mando y buscar el lugar más adecuado, sabiendo que el combustible es limitado. Al final se escogió una zona, que no era la más óptima pero que fue la mejor de todas las opciones disponibles, puesto que solo le quedaron 30 segundos de combustible.
Al final en un problema imprevisto hay que escoger de entre las posibles soluciones no la perfecta, sino la mejor.
Lógicamente en la vida las cosas no suceden como uno quiere, a pesar de haber realizado todo lo que se puede realizar para que el objetivo se alcance. Y no tenemos que dejarnos llevar por el enojo, la ira, la exasperación o el desaliento, sino solucionarlo. Si se intenta, puede ser que no se consiga; pero seguro que si no se intenta y se dedica uno a echar la culpa a los demás o las circunstancias, jamás se logrará.
Y es que a veces los problemas sacan de nosotros lo peor, cuando deben de estar para sacar lo mejor, nuestra valía.
Por eso los grandes problemas que viven las personas y que solucionan son un gran paso para la humanidad. Pero eso lo veremos en la próxima entrada, cuando pisemos la luna.
Referencias:
- Entrada basada en lla información del artículo de wikipedia: Apolo 11. https://es.wikipedia.org/wiki/Apolo_11#«El_Águila_ha_alunizado». (en wikipedia 20/07/2019).
- para el segundo párrafo: infografía del viaje a la luna realizada por el correo: (en el correo.com 20/07/2019).